Nadal 2019



La leyenda del cuarto Rey Mago, Artabán

Inicialmente éramos cuatro. Salimos juntos, guiados por la estrella, en busca del Niño de Belén. Una noche acampamos junto a la choza de un pastor. Casi al amanecer se desató una terrible tormenta. El pastor que gentilmente nos dio cobijo perdió gran parte de sus ovejas, asustadas por el resplandor de los rayos y truenos.

Nosotros tres reemprendimos la marcha hacía Belén, y él se quedó ayudando al pastor a buscar sus ovejas.
Continuó el viaje solo, y en el trayecto se encontró con una familia de campesinos que apenas tenían nada para comer. La cosecha había sido la peor que recordaban desde hacía años. Nuestro compañero, el Cuarto Rey Mago, dejó allí la leche y la miel que él llevaba como presentes al Niño de Belén.
Finalmente llegó solo, cansado, tarde y con las manos vacías al pesebre donde había ya nacido el Niño que estábamos buscando. Y allí ocurrió algo sorprendente y maravilloso. Nada más entrar el Niño levantó sus brazos y los dirigió hacia el Cuarto Rey. Éste, como tenía las manos vacías, se aprestó a cogerle. El Niño acercó su oído al corazón del Mago que era tan grande y latía con tanta fuerza y armonía que el Bebé inmediatamente se quedó plácidamente dormido. Su Madre se emocionó al ver lo ocurrido y nos dijo:
Gracias por vuestros regalos. Sé que cada uno de ellos vale no tanto por su valor material sino por el simbolismo que encierran y que habrá de servir a las siguientes generaciones. Pero sin duda que el Niño ha elegido como regalo un corazón ardiente y lleno de amor. El Niño nos había ofrecido su primer mensaje, había proclamado al mundo su primer testimonio. Todos los allí presentes sabíamos lo que nos acababa de decir, de mostrar: él había venido al mundo no para ser agasajado con cosas, objetos o riqueza sino para abrazar y ser abrazado por el Corazón Humano.
Desgraciadamente con el tiempo se perdió la transmisión de este acontecimiento. El Cuarto Rey Mago pasó al olvido y, lo peor de todo, se llevó consigo el recuerdo de lo ocurrido, el primer mensaje dado por Jesús al mundo. No nos extraña que hoy quede tan poco de aquél primer suceso de Belén.
El Cuarto Rey ha sido totalmente olvidado; de hecho, seguramente nunca habíais oído hablar de él hasta ahora.


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